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miércoles, 28 de diciembre de 2022

Inocente Barriga Muchacho.

 




Inocente Barriga Muchacho.

Esta es la historia de un niño marcado por el destino de haber nacido un 28 de diciembre, fecha a la cual en Venezuela y muchos países del Mundo, se le denomina en el calendario como [el día de los inocentes]. Sus padres don Víctor Barriga y doña Carmen Muchacho estaban muy felices por la llegada de aquel primogénito varón al humilde hogar. Inocente fue creciendo robusto y saludable bajo el cuidado de sus progenitores, pero cuando llego a la edad de siete años y fue llevado a la escuela del pueblo, allí comenzaron sus problemas, cada vez que la maestra Carolina pasaba la acostumbrada lista de asistencia y decía en voz alta y sonora:

-.... Inocente Barriga Muchacho-.

Inmediatamente se escuchaban largas carcajadas en el salón de clase, generalmente eran varones quienes reían por largos minutos mientras las hembras eran más recatadas o se ponían sus manos sobre la boca para reír en voz baja. Para tratar de evitar el bulling o burlas la maestra llamada al orden. A todas estas doñas Carmen era testigo presencial al ver a su hijo regresar a casa con sus ojitos llorosos. Pero Inocente era muy inteligente y muy pronto encontró la manera de contrarrestar las bromas de sus compañeros de clase, se dedicó por largas horas a estudiar matemáticas para lo cual pidió ayuda extra a uno de los docentes de la escuela, a tal punto que pasados los meses se  convirtió en el mejor alumno de su salón en dicha asignatura, aunque hay que resaltar que las demás asignaturas las aprobaba también con excelentes notas, llegando en el siguiente lapso escolar a competir con otros alumnos para representar a su escuela en las olimpíadas de matemáticas del estado y para sorpresa de muchos, obtuvo el primer lugar, llevando el trofeo para su escuela y la maestra Carolina comentaba a sus demás  colegas:

- Por si no lo saben, yo soy la maestra de Inocente Barriga Muchacho. El mejor alumno del salón y de esta escuela-.

Pasado los meses ya nadie en el salón de clase se burlaba de Inocente, más bien sus compañeros le pedían consejos para resolver problemas de matemáticas y su orgullosa madre comentaba a sus amigas:

-Me siento muy contenta de ser la madre de Inocente Barriga Muchacho y no solo por ser un excelente alumno si no porque también es un buen hijo-.

Su padre comentaba en el trabajo:

-Como mi hijo Inocente no hay otro-.

Pasados los años Inocente se graduó de bachiller y luego ingresó a la Universidad para convertirse en profesor de matemáticas, siendo muy apreciado y respetado por todas las familias del pueblo.

Fin.

Autor:  Manuel  Ibarra 
Caracas/Venezuela 
28-12-2022
Derechos reservados.


sábado, 24 de diciembre de 2022

Feliz 24 de diciembre de 2022.

 




Buenos días de este sábado: 24 de diciembre de 2022, apreciados amigos de estos blogs de literatura infantil y juvenil. La foto portada tomada de internet es oportuna para desearles una feliz navidad, en unión de todos sus seres queridos. Muchas gracias por el apoyo y consecuente lectura de temas de interés relacionados con la literatura venezolana y universal, espero que el próximo año 2023, que está por llegar, continúen siendo consecuentes con brindarme su apoyo. Feliz navidad y noche buena para todos.

lunes, 19 de diciembre de 2022

Feliz año nuevo, doce campanadas.

 





Cuando se acercan las doce campanadas,
y todos se abrazan llenos de alegría,
no puedo parar de llorar madre mía,
porque este año tiene las horas contadas.

Feliz año nuevo gritan las barriadas,
entre abrazo y llanto todos celebramos,
al pie del pesebre alegres ya cantamos,
alzando las copas con manos cansadas.

Ves, con tantos aplausos llego el nuevo año,
lleno de esperanzas también de ilusiones,
atrás van quedando recuerdos de antaño.

Que reine la gran paz son mis condiciones,
y si te portas mal tendrás un regaño,
buen comportamiento premio por millones.

Manuel  Ibarra  
Caracas/Venezuela 
19-12-2022
Derechos reservados.


miércoles, 7 de diciembre de 2022

La navidad tiempo de esperanza y paz.

 









Feliz navidad apreciados lectores de este blog de literatura infantil y juvenil.  La foto portada tomada de internet es una invitación a disfrutar de la navidad, entre familiares y amigos. Importante recordarles los principios de convivencia y respeto para que en nuestros hogares reine la paz y la armonía. No olviden la lectura antes de ir a la cama de un cuento infantil, fantástico y humorísticos, para que hijos, primos, ahijados, sobrinos, amigos recuerden y mantengan vivas nuestras tradiciones.

jueves, 1 de diciembre de 2022

Bienvenido diciembre de 2022.

 






Feliz jueves: 01-12-2022, apreciados amigos y lectores de este blog de Literatura Infantil y Juvenil. La foto portada es de bienvenida al último mes del año 2022. Esperando que la navidad reine en todos los hogares venezolanos y del mundo.  la invitación es a leer cuentos y poesías de nuestros archivos o visitando mi grupo en Facebook [ Amigos a los que les gusta el Mágico Mundo de los Cuentos infantiles].

viernes, 18 de noviembre de 2022

Reconocimiento al escritor y poeta [Manuel Ibarra].

 De nuevo con ustedes hoy viernes: 18-11-2022, apreciados lectores de este blog de literatura infantil y juvenil. Deseo compartir la alegría que embarga mi pluma como escritor y poeta, al ser reconocido por tercer año consecutivo por la Editorial Hispana-USA. Como escritor oro 2022.  Es un gran estimulo que me incentiva a continuar escribiendo cuentos y poesías, mientras Dios me lo permita, para el disfrute de niños, jóvenes y adultos. Muy agradecido mi casa de letras.




viernes, 11 de noviembre de 2022

Una casa sin puertas ni ventanas.

Buenos días de este viernes: 11-11-2022, apreciados lectores de este blog de literatura infantil y juvenil.  A continuación presento mi cuento infantil y muy educativo, el cual he denominado [Una casa sin puertas ni ventanas], espero que su lectura del del agrado de todos ustedes. Una cosa muy importante, compartan con familiares y amigos.



Una casa sin puertas ni ventanas.


En el mágico mundo de los cuentos, sucedió que un día estaba pirulin durmiendo plácidamente acurrucado, cuando de pronto lo despertaron unos fuertes gruñidos:

- Grauuuuu, grauuuuu, grauuuu-.

Muy asustado abrió sus ojitos desmesuradamente pero a pesar del esfuerzo no lograba ver nada, solo seguía escuchando aquellos inquietantes gruñidos. Paralelamente a esto, en el mundo real lo que sucedía era que un enorme y hambriento león,  había tratado de cazar a una pequeña ave en su nido, la cual milagrosamente había logrado escapar volando del lugar, donde anidada. Pasaban los días y nuestro pirulin dormía tranquilamente, cuando de pronto sintió caer su cuerpo por una enorme cascada, por unos minutos pensó que su vida terminaría en ese momento, al despertar notó todo su cuerpo frío y mojado, lo cual no era normal. Del otro lado de su casa sin puertas ni ventanas, lo que había sucedido era que el nido donde aquella pequeña ave, había colocado sus huevos, había sufrido los efectos de una repentina inundación, rodando cientos de metros por una cascada, hasta que las asustadas aves, habían logrado con sus picos, sacar el nido del agua con sus huevos y llevarlo hasta la orilla, en busca de un lugar más seco y seguro.

Pasaban los días, cuando una madrugada nuestro pilurin, sintió un repentino y sofocante calor por todo su cuerpo, incorporándose  lleno de sudor, trato de mirar lo que pasaba, pero no lograba ver nada porque su casa no tenía puertas ni ventanas. Poco a poco se fue disipando aquella sensación de calor. Lo que en verdad había sucedido era que aquel bosque, donde estaba el nido de las pequeñas aves, había sufrido los embates del fuego, que había consumido cientos de árboles, salvándose milagrosamente el nido y los huevos. 

Luego de varios meses, una calurosa mañana pirulin quien ya estaba bastante crecidito, logró con su pico al fin romper el cascarón y ver la luz de aquel nuevo día. Con su alegre canto dio los buenos días a sus padres, quienes revoleteaban de alegría mientras pirulin con sus ojitos muy abiertos veía sin poder creerlo, aquel maravilloso mundo que le daba la bienvenida.

Fin. 

Autor:  Manuel  Ibarra  
Caracas/Venezuela  
11-11-2022
Derechos reservados.



 



miércoles, 9 de noviembre de 2022

La unión perfecta.

 

Feliz día de este miércoles: 09-11-2022, apreciados lectores de este blog, de Literatura Infantil y Juvenil.  De mi adorada musa comparto la lectura de mi cuento [La unión perfecta], es una lectura amena donde trabajo valores como amor, deseo, prudencia, felicidad. La foto portada tomada de internet, es una invitación a los jóvenes para que lean y luego compartan con familiares y amigos.






La unión perfecta


Amanece un sol radiante sobre las grandes montañas, que rodean el castillo donde vivían grandes magos y hadas del bosque. Luego de tomar el desayuno  [amor], salió a recoger flores en el campo, entre sus virtudes y poderes tiene el don de hacer feliz a las personas que la invoquen o que encuentre en su camino. De pronto  encontró una llamativa botella de vidrio recostada al pie de un frondoso árbol, intrigada la tomo entre sus manos para quitar el corcho, inmediatamente se escuchó un gran ruido como una bomba:

-boooooooom -.

Muy asustada [amor], soltó la botella la cual rodó varios metros por el suelo mientras de su interior comenzó a salir la silueta de una figura, era un mago quien acercándose afirmó:

-Hola bella dama, soy [deseo], muchas gracias por sacarme de esa botella, donde me habían encerrado por más de 500 años-.

Mientras la asustada [amor], trataba de reponerse  el mago continuo su charla:

-En agradecimiento debo obsequiarte un deseo, pídeme lo que quieras y con mis poderes te lo concederé-.

Esbozando una larga sonrisa [amor] respondió:

-Quiero que me acompañes a recorrer el mundo, para que veas como hago feliz a las personas-.

Con voz firme [deseo] argumento:

-Disculpa pero no deberías influir para que las personas sean felices, ese don le corresponde a la gran magia de [felicidad]-.

Nuevamente [amor] dijo:

-No te preocupes que en el camino buscaremos a [felicidad]para que nos acompañe-.

Seguidamente tomaron camino y pasada media hora se encontraron con una anciana, quien se quejaba porque una vecina le había robado su mula, entonces [amor], se acerco para consolarla y fue en ese momento cuando [deseo] dijo:

-Disculpa pero no deberías esperar a que llegue [prudencia], ella con su magia es la que debería  atender a esta señora-.

Nuevamente [amor], esbozo una larga sonrisa y agarrando de la mano a [deseo], continuaron el camino. Pasada otra media hora, de pronto se encontraron con un hombre, quien totalmente ebrio lloraba porque su amada novia lo había abandonado. Inmediatamente [amor], se acerco para consolarlo pero [deseo] dijo:

-Disculpa pero no deberíamos primero preguntarle el motivo por el cual su novia lo abandonó, porque puede ser que a lo mejor ella, ya no sentía amor -.

Soltando una larga carcajada [amor] respondió:

-No te has puesto a pensar que el problema pudo haber sido que entre ellos murió el amor y solo quedó el deseo-.

Pasados los minutos los dos magos continuaron su marcha y llegando a una posada, se encontraron con un sacerdote, quien les pidió lo acompañaran hasta la iglesia, para que lo ayudaran a solucionar la discusión que tenía una pareja de recién casados. Entonces [amor}, preguntó a uno de los jóvenes quien respondió:

-Mi esposa afirma que siente más amor por mi, que deseo-.

Sin poder contener la risa [amor], respondió:

-No deben discutir por eso, entiendan que cuando Dios creo el mundo, también creo a los magos asignando un papel determinado a cada uno. Por ejemplo yo soy [amor] y tengo el poder de influir más en las mujeres que en los hombres mientras que mi amigo [deseo] tiene el don de influir más  en los hombres que en las mujeres. Así se mantiene el equilibrio, surge la  procreación por favor vallan a su casa y sean felices, bueno ese poder le corresponde a la gran maga [felicidad], que viene en camino-.

No había terminado [amor] de hablar cuando entro a la iglesia una anciana, quien con una gran sonrisa se acercó a la pareja de recién casados y los abrazó. Sorprendida [amor], preguntó:

?Quién es usted, que interrumpe nuestra charla?.

Mirándola con sorpresa la anciana respondió:

-Disculpen pero son ustedes [amor] y [deseo], grandes magos quienes todo el día me han estado invocando, yo soy [felicidad] y vengo para ser verdaderamente feliz a esta pareja-.


Fin.


Autor:  Manuel  Ibarra  

Caracas/Venezuela  

09-11-2022

Derechos reservados.


Moraleja: La felicidad es la verdadera unión entre el amor y el deseo.

 




sábado, 5 de noviembre de 2022

Prudencia y relajo.

 


Feliz noche de este sábado: 05-11-2022, apreciados lectores de este blog de Literatura Infantil y Juvenil. La invitación es a leer el siguiente cuento infantil y humorístico, el cual pueden compartir con familiares y amigos.





Prudencia y relajo

En una apartada aldea entre las montañas, vivían familias muy trabajadoras, dedicadas a los cultivos de frutas, hortalizas también a la cría de aves y animales. Cada cierto tiempo y según sus tradiciones salían de sus chozas y se reunían en la plaza para celebrar una gran fiesta con bebidas y comidas. Organizaban bailes y parrandas, cayendo los habitantes bajo el influjo de relajo, que para ellos era un gran mago, que tenía el poder de hacerlos reír, bailar, cantar, embriagarse llenos de amor, alegría y pecados. 

Varios días duraban aquellas celebraciones, era entonces cuando los ancianos de la aldea se reunían para invocar a prudencia, que según ellos tenía el poder de envolver a las personas para que sintieran paz, respeto, orden, dolor, tristeza, llanto y prudencia.  Inmediatamente en la aldea todo regresaba a la normalidad, al trabajo y la vida cotidiana.

Paralelamente a todo esto hay que señalar que relajo conocía a prudencia, de la cual siempre y desde muy joven, había estado perdidamente enamorado, al punto que en cierta ocasión le propuso que fueran novios, pero la bella prudencia lo rechazo recriminándole la forma, que según ella era una mala influencia para las personas de la aldea, a lo que relajo respondía:

-Estas muy equivocada mi bella prudencia, yo soy muy importante para los habitantes de esta apartada aldea, porque si yo no los motivara para que se diviertan, bailen, canten, rían, se enamoren y sean felices. Como sería la vida de esta gente si estuvieran todo el tiempo bajo tu influencia, todo sería aburrido, llanto, quejas, dolor, mal humor, que aburridos solo viviendo para trabajar. Para ser justos yo considero que debemos reír y también llorar-.

Por más que relajo se esforzaba en explicarle y con argumentos sus puntos de vista, prudencia no los aceptaba convencida de que era ella, quien tenía toda la razón, hasta que intervenía papá Dios y calmando la discusión entre sus dos queridos magos, los enviaba a dormir a sus castillos en las frías montañas que rodeaban a la aldea.

Fin.  

Autor:  Manuel Ibarra
Caracas/Venezuela 
05-11-2022
Derechos reservados.




martes, 1 de noviembre de 2022

Don sapo.

 


Bienvenidos  apreciados lectores, hoy martes: 01-11-2022 a este blog de Literatura infantil y juvenil, donde podrás leer cuentos y poesías en diferentes géneros. A continuación los invito a leer un hermoso y fantástico cuento infantil y educativo, al cual he denominado:











Titulo: Don sapo.



En una apartada laguna rodeada por grandes árboles. Don sapo conversaba con sus numerosos hijos y nietos, cuando de pronto uno de ellos preguntó:

?¿Abuelo cuál es el secreto para que hayas sobrevivido más de cincuenta años en esta laguna?

Soltando un largo suspiro el anciano sapo respondió:

-Escuchen con atención, si quieren seguir mi ejemplo y vivir tantos años como yo. Deben aprender a dominar el arte de las palabras, la persuasión y controlar el miedo. Un día estaba roncando en esta laguna, me quede dormido y de pronto el rey caimán me atrapó entre sus dientes, convencido de que yo era su cena...

Un murmullo de sorpresa y horror broto de las bocas de los sapitos:

-ohoooooo, ohooooo, ohoooo-.

Don sapo continuo su relato:

-Bueno les cuento que muerto de miedo logre decirle que, si me perdonaba la vida, le conseguiría una comida más grande y gustosa que un pobre y flaco sapo. Don caimán algo receloso me soltó con la condición de que, sino regresaba en unos minutos con la comida prometida, entonces acabaría con toda mi familia de sapitos que vivían en la laguna. Inmediatamente salte hacia el bosque y llegue hasta la cueva de doña culebra, quien sin pensarlo dos veces y muerta de hambre me atrapo con su lengua, estaba a punto de clavarme todo su veneno cuando superando el miedo le dije que, si me perdonaba la vida, la llevaría hasta una cueva en la laguna, donde había muchos peces y cangrejos. No muy convencida la culebra me obligó a que la llevara hasta la laguna en busca de la cueva. Pasados los minutos ya dentro del agua, comencé a cantar muy fuerte para que don caimán me escuchara, en cuestión de segundos el gran caimán atrapó entre sus feroces dientes a la enorme culebra. Dando saltos escape de la laguna hacia el bosque mis queridos hijos y nietos.  Con esta larga historia quiero decirles que, para lograr vivir tantos años como yo, deben aprender a dominar el miedo, actuar con inteligencia ante el peligro, mantener la calma, dormir con un ojo abierto y otro cerrado, ser prudentes en todo momento y sobre todo dominar el arte de la palabra-.

Cuando por fin don sapo terminó su relato, toda su familia se acercó y saltando de emoción el sapito más pequeño lo abrazó muy fuerte y le dijo las siguientes palabras:

-Eres mi héroe, te quiero por ser el sapo más inteligente, astuto y divertido de toda la laguna, estamos muy orgullosos de que seas nuestro padre y abuelo-.


Fin.


Autor:  Manuel  Ibarra

Caracas/Venezuela 

01-11-2022

Derechos reservados.

lunes, 24 de octubre de 2022

La Carreta.

  Buenos  días de este lunes: 24-10-2022, apreciados lectores de este blog de lecturas y sano entretenimiento. La invitación es a leer el cuento [La carreta], con el cual se trabajan valores como el agradecimiento, la honestidad, el trabajo. Escrito por Manuel Ibarra  en el año 2012, aparece incluido en el libro [El Mágico Mundo de los Cuentos Infantiles] ISBN: 978-980-75-46-03-4



La carreta


Gruesas gotas de sudor, corrían por la arrugada frente de don Lorenzo Sarmiento, llevaba varias horas empujando la carreta por el desolado camino.  Las pocas personas que a esa hora de la tarde transitaban por la vía, le miraban con extrañeza, sin embargo continuaban su marcha sin atreverse a preguntarle nada. Pero una anciana de nombre Carmen Julia, 

se detuvo a un lado del anciano y le pregunto:

-?Disculpe señor pero me puede explicar por qué empuja esa carreta tan pesada y con ese burro encima?.

Don Lorenzo detuvo su marcha y arrugando el entrecejo respondió:

- Mi doña es usted la  única persona que se ha atrevido a preguntarme esa cosa, pero mí deber de buen ciudadano es responderle: mire yo empujo esta carreta con este pesado burro encima, porque le estoy muy agradecido, ya que por más de veinte años este animal me ha cargado sobre su lomo sin nunca quejarse y yo en agradecimiento ahora está  viejo y enfermo, lo llevo a la sabana para que se alimente y al río para que tome agua-.

Al escuchar aquella respuesta tan honesta y sincera. Doña Carmen Julia abrió los labios de par en par y una  exclamación salió  de su boca:

¡Caramba lo felicito señor, de verdad que en este mundo hay poca gente tan agradecida como usted!.

La anciana continuo su camino mientras don Lorenzo aceleró el paso empujando con fuerza la pesada carreta.


Fin.


Autor: Manuel  Ibarra  

Caracas/Venezuela 

24-10-2022

Derechos reservados.

domingo, 16 de octubre de 2022

Los grandes inventos del hombre.

 







Feliz tarde de este domingo: 16-10-2022, apreciados lectores de este blogs de literatura infantil y juvenil. La invitación es a leer el cuento infantil y educativo[Los grandes inventos del hombre], el cual forma parte del libro[Enrriqueta y Pedrito, la escuela y mis cuentos], disponible en: Amazon.com  ISBN-10: 1520923988.  

Titulo: Los grandes inventos del hombre.


Estaba un día la maestra Enrriqueta, explicando sobre los grandes inventos del hombre:

-Escuchen niños, presten atención , a lo largo de la historia el hombre ha creado grandes inventos por ejemplo invento la rueda y allí están los carros, creo el motor y  allí están los barcos, los aviones, asi como también  el teléfono, la radio, la televisión  las computadoras-.

En ese momento Pedrito alzó la mano y argumento:

¡Maestra, maestra disculpe pero se le olvido mencionar al invento más grande que ha creado el hombre en mi opinión, escuche y le explico, el otro día mi abuelo le lanzó  un piropo a mi abuela, yo escuche cuando le dijo que estaba muy bonita, ella muerta de la risa respondió[Caramba viejo de verdad que esos lentes que te compraste te han salido muy buenos], escuchó maestra por eso digo que para mí, el invento más  grande creado por el hombre, son los lentes, eso que mi abuelito tiene como ochenta años de edad-.

Todos los alumnos se echaron a reír ante las ocurrencias de Pedrito mientras la maestra Enriqueta sin poder ocultar la risa intervino para decir:

-Escuchen niños, tiene razón  Pedrito porque los lentes son de gran utilidad para las personas, en especial para las que tienen problemas con la vista. Ahora bien Pedrito ten presente que en el caso de tus abuelitos que han vivido tantos años juntos, debe ser muy común que se expresen esas palabras de amor y de afecto. Bueno mis niños la clase ha terminado, esto ha sido todo por hoy  nos vemos mañana.

Fin.


Autor: Manuel  Ibarra  

Caracas/Venezuela 

16-10-2022

Derechos reservados.




lunes, 10 de octubre de 2022

Los días de la semana.

 










Buenos días de este lunes: 10-10-2022, apreciados y respetados lectores, de este blogs de literatura infantil y juvenil.  Presento ante ustedes mi cuento infantil y muy educativo denominado [Los días de la semana*, el cual forma parte de mi iniciativa de apoyo escolar. Si prefieres puedes consultarlo en facebook, ingresando al grupo: Amigos a los que les gusta el Mágico Mundo de los Cuentos Infantiles.


Titulo:  Los días de la semana

Genero: Fantástico.


Estaban una mañana discutiendo los días de la semana, en relación a cual de ellos era el más importante. En ese momento intervino el lunes y dijo:

-Sin lugar a dudas yo soy el más importante de todos ustedes, ya que conmigo se inicia la jornada laboral-.

Soltando una larga carcajada el martes  alzó la voz para decir:

-Esta usted muy equivocado amigo porque yo también   formo parte de la jornada laboral de las personas.  Además de que algunas personas me tienen miedo y respecto, acaso no ha escuchado decir que : [Lleqo el martes ni te cases ni te embarques].-

Sentado en una esquina de la mesa, el  miércoles  argumentó :

-Disculpen señores pero yo también tengo importancia, ya que por alguna razón constituyo la mitad de la semana-.

La discusión se tornaba cada vez más fuerte cuando de pronto el jueves afirmó:

-Oigan amigos no se olviden que yo también formo parte de los días  de la semana.-

Dando un salto de la silla donde estaba sentado, el viernes exclamó:

¡Señores no pueden negar mi importancia ya que conmigo concluye la semana laboral!.

Seguidamente el sábado que hasta ese momento no había intervenido dijo:

-Sin dudas que el viernes está muy equivocado, ya que la semana laboral en muchos países  concluye es conmigo-.

Viendo y escuchando que aquella discusión no terminaba, el domingo intervino para decir:

-Señores por favor escuchen con atención . De verdad que en sus argumentos e intervenciones, muchos de ustedes tienen razón pero los días de la semana somos siete y se inicia conmigo[ domingo, lunes. martes. miércoles , jueves. viernes y sábado] otra cosa es hablar o discutir sobre la jornada laboral, la cual en muchos  países  se inicia el día lunes y concluye el día sábado al mediodía o día completo dependiendo de la actividad comercial, industrial o de servicios pero igualmente el día domingo forma parte del pago y como descanso.  Recuerden que mi importancia como día  de descanso de la semana radica en que las personas y familias se dedican a pasear, ir la cine, a la playa, al parque, al teatro. Además soy de todos ustedes el único día  escogido como nombre para las personas, hombres, mujeres y niños, pero lo más importante es que somos hermanos y por lo tanto debemos mantenernos siempre unidos como los días de la semana -.


Fin.


Autor: Manuel  Ibarra  

Caracas/Venezuela  

10-10-2022

Derechos reservados.

 



lunes, 3 de octubre de 2022

Las ocurrencias del numero uno.

 








Las ocurrencias del número uno.


Se presento un día una situación en el salón de clases del 4 to grado [B], cuando iniciadas las actividades y los números  naturales copiaban  las indicaciones del pizarrón. En ese momento hizo su entrada de manera apresurada el número  uno quien dirigiéndose al número  cinco le indico que se levantara de su pupitre ya que ese era su asiento de primera fila en la clase. El número  cinco continuo sentado sin prestarle atención, entonces el uno dirigiéndose a la maestra Rosita Pérez pregunto:

?Maestra quien esta de  primero en su lista el uno o el cinco?.

Un poco sorprendida por aquella inesperada pregunta y viendo que todo el salón aguardaba por su respuesta la maestra respondió:

-Sin lugar a dudas que el número  uno-.

Soltando una larga carcajada el uno le indico al cinco:

-Por favor has escuchado a la maestra, así que levántate y busca tu lugar en la fila de pupitres-.

Todo el salón estallo en carcajadas ante las ocurrencias del número  uno fue entonces cuando la maestra Rosita nuevamente llamo al orden:

- Silencio y por favor continuemos con las actividades lo único que deseo es que llegues puntual número   uno-.

Inmediatamente el uno afirmo:

-Tiene usted en parte razón maestra pero como no me ha preguntado el motivo por el cual llegue un poco tarde a clase, le diré que fue por un justo motivo ya que estaba comprando un regalo a la número  dos, quien esta de cumpleaños y quería darle este obsequio en nombre de todos los números naturales[1,2,3,4,5,6,7,8,9] que integramos este salón de clase-.

Seguidamente los aplausos se escucharon por todos los rincones cuando el galante número  uno le entrego el presente a la hermosa número  dos, cariñosamente abrasándola y dándole un beso en las  sonrojadas mejillas. La maestra Rosita intervino para indicar que las felicitaciones por  el cumpleaños quedarían para después de terminada la clase.    

Fin. 


Autor:   Manuel  Ibarra  

Caracas/Venezuela

03-10-2022 

Derechos reservados.

sábado, 1 de octubre de 2022

Bienvenido Octubre de 2022.

 












Feliz sábado: 01-10-2022, apreciados amigos de MenIII blog de literatura infantil y juvenil. La invitación es para que interactúes con los variados archivos, en donde podrás leer cuentos infantiles, fantásticos, educativos y muy humorísticos. También hay información cultural multidiversa, poesías en diferentes géneros. Próximamente se actualizará información relacionada con las actividades escolares que en el caso de Venezuela se inician el próximo: 03-10-2022.


martes, 23 de agosto de 2022

Las habichuelas mágicas.

 





Feliz martes: 23-08-2022, apreciados lectores de este blog de literatura infantil y juvenil. Deseo invitarles a leer este hermoso cuento infantil [Las habichuelas mágicas], del gran escritor Hans Cristhian Anderson. Pueden disfrutar de su lectura en familia y compartir con amigos.



LAS HABICHUELAS MÁGICAS.


Periquín vivía con su madre, que era viuda, en una cabaña en el bosque. Como con el tiempo fue empeorando la situación familiar, entonces la madre determino mandar a Periquin a la ciudad, para que allí intentase vender la única vaca que poseían.

El niño se puso en camino, llevando atado con una cuerda al animal y se enontro con un hombre que llevaba un saquito de habichuelas.


—Son maravillosas —

explicó aquel hombre—. 

Si te gustan, te las daré a 

cambio de la vaca.


Así lo hizo Periquín, y volvió muy contento a su casa. Pero la viuda, disgustada al ver la necedad del muchacho, cogió las habichuelas y las arrojo a la calle. Después se puso a llorar.


Cuando se levantó Periquín al día siguiente, fue grande su sorpresa al ver que las habichuelas habían crecido tanto durante la noche, que las ramas se perdían de vista. Se puso Periquin a trepar por la planta y sube que sube, llego a un pais desconocido. Entro en un castillo y vio a un malvado gigante que tenia una gallina que ponía un huevo de oro cada vez que el se lo mandaba.

Esperó el niño a que el gigante se durmiera, y tomando la gallina,  escapo con ella. Llego a las ramas de las habichuelas y descolgándose, toco el suelo y entro en la cabaña. La madre se puso muy contenta y asi fueron vendiendo los huevos de oro y con su producto vivieron tranquilos mucho tiempo hasta que la gallina se murió y Periquin tuvo que trepar por la planta otra vez, dirigiéndose al castillo del gigante. 

Se escondió tras una cortina y pudo observar como el dueño del castillo iba contando monedas de oro que sacaba de un bolso de cuero. En cuanto se durmio el gigante salio Periquin y recogiendo el talego de oro, echo a correr hacia la planta gigantesca y bajo a su casa. Asi la viuda y su hijo tuvieron dinero ir viviendo mucho tiempo.


Sin embargo, llegó un día en que el bolsón de cuero del dinero quedo completamente vacío. Se cogió Periquin por tercera vez a las ramas de la planta y fue escalándolas hasta llegar a la cima. Entonces vio al ogro guardar en un cajón una cajita que cada vez que se levantaba la tapa, dejaba caer una moneda de oro.  Cuando el gigante salió de la estancia, cogio el niño la cajita prodigiosa y se la guardo.


Desde su escondite vio Periquín que el gigante se  tumbaba en un sofá y un arpa, ¡oh maravilla!. tocaba sola, sin que mano alguna pulsara sus cuerdas, una delicada música. El gigante , mientras escuchaba aquella melodía fue cayendo en el sueño poco a poco. Apenas le vio asi, Periquin cogió el arpa y echo a correr. Pero el arpa estaba encantada y al ser tomada por Periquin, empezó a gritar:


—¡Eh, señor amo, despierte usted, que me roban!.

Despertóse sobresaltado el gigante y empezaron a llegar de nuevo desde la calle los gritos acusadores:

—¡Señor amo, que me roban!

Viendo lo que ocurría, el gigante salió en persecución de Periquín.


Resonaban a espaldas del niño los pasos del gigante, cuando, ya cogido a las ramas empezaba 

a bajar.  Se daba mucha prisa, pero, al mirar hacia la altura, vio que también el gigante descendía hacia él.  No había tiempo que perder, y así que gritó Periquín a su madre, que estaba en casa preparando la comida:


— ¡Madre, traigame el hacha en seguida, que me persigue el gigante!

Acudió la madre con el hacha, y Periquín, de un certero golpe, cortó el tronco de la trágica habichuela.


Al caer, el gigante se estrelló, pagando así sus fechorías, y Periquín y su madre vivieron felices 

con el producto de la cajita que, al abrirse, dejaba  caer una moneda de oro.


Material autorizado sólo para consulta con fines educativos, culturales y no lucrativos, con la obligación de citar 

invariablemente como fuente de la información la expresión “Edición digital. Derechos Reservados. Biblioteca Digital 

© Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa ILCE”.

Fin.






lunes, 15 de agosto de 2022

El gato con botas.

 Feliz encuentro hoy lunes: 15-08-2022, apreciados lectores de este blog de Literatura Infantil y Juvenil. En esta oportunidad los invito a leer uno de los cuentos tradicionales mas difundido a nivel mundial, me refiero [El gato con botas], del autor: Charles Perrault. El cual espero sea del agrado y disfrute de todos ustedes.





EL GATO CON BOTAS Charles Perrault Un molinero dejó como única herencia a sus tres hijos: su molino, su burro y su gato. El reparto fue bien simple, ya que no se necesitó llamar ni al abogado ni al notario, pues habrían consumido, por el cobro, todo el pobre patrimonio. El mayor recibió el molino, el segundo se quedó con el burro y al menor le tocó solo el gato.

Este se lamentaba de su mísera herencia: —Mis hermanos, decía, podrán ganarse la vida convenientemente trabajando juntos; lo que es yo, después de comerme a mi gato y de hacerme un manguito con su piel, me moriré de hambre. 2 El gato, que escuchaba estas palabras, pero se hacía el desentendido, le dijo en tono serio y pausado 3 —No debes afligirte, mi señor, solo tienes que proporcionarme una bolsa y un par de botas para andar por entre los matorrales, y verás que tu herencia no es tan pobre como piensas. Aunque el amo del gato no abrigaba sobre esto grandes ilusiones, aunque le había visto dar tantas muestras de: agilidad para cazar ratas y ratones, colgarse de los pies, esconderse en la harina para hacerse el muerto, que no desesperó de verse socorrido por él en su miseria.

Cuando el gato tuvo lo que había pedido, se calzó las botas y echándose la bosa tras el cuello, sujetó los cordones de esta con las dos patas delanteras, y se dirigió a un campo donde había muchos conejos. 4 Se puso a recoger hierbas, las metió en su saco y se tendió en el suelo, como si estuviera muerto, aguardó a que algún conejillo, poco conocedor aún de las astucias de este mundo, viniera a meter su hocico en la bolsa para comer lo que había dentro. Apenas se había recostado, cuando vio un atolondrado conejillo que se metía en el saco y el maestro gato, tirando los cordones, lo encerró y lo mató sin misericordia. 

Muy ufano con su presa, fue al palacio del rey y pidió hablar con él. Lo hicieron subir a los aposentos de su Majestad donde, al entrar, hizo una gran reverencia ante el rey, y le dijo: 5 —He aquí, Majestad, un conejo de campo que el señor Marqués de Carabás —era el nombre que inventó para su amo— me ha encargado obsequiarle de su parte. —Dile a tu amo, respondió el rey, que le doy las gracias y que me agrada mucho. 6 En otra ocasión, se ocultó en un trigal, dejando siempre su saco abierto; y cuando en él entraron dos perdices, tiró los cordones y las cazó. Fue en seguida a ofrendarlas al rey, tal como había hecho con el conejo de campo. 

El rey recibió con agrado las dos perdices, y ordenó que le diesen de beber. El gato continuó durante dos o tres meses, llevando al rey obsequios de parte de su amo. Un día supo que el rey iría a pasear a orillas del río con su hija, la más hermosa princesa del mundo, y le dijo a su amo: —Sí sigues mi consejo, tu fortuna estará asegurada: tienes que bañarte en el río, en el sitio que te mostraré, y en seguida yo haré lo demás. 7 El Marqués de Carabás hizo lo que su gato le aconsejó, sin saber de qué serviría. Mientras se estaba bañando, el rey pasó por ahí, y el gato se puso a gritar con todas sus fuerzas: —¡Socorro, socorro! ¡El señor Marqués de Carabás se está ahogando! Al oír el grito, el rey asomó la cabeza por la portezuela y reconociendo al gato, que tantas veces le había llevado obsequios, ordenó a sus guardias que acudieran rápidamente a socorrer al Marqués de Carabás. 8 Mientras sacaban del río al pobre marqués, el gato se acercó a la carroza y le dijo al rey que cuando su amo se estaba bañando, unos ladrones se llevaron sus ropas, a pesar de que él al verlos gritó con todas sus fuerzas: “¡Auxilio!, ¡ladrones!, ¡auxilio!”. 

El pícaro del gato las había escondido debajo de una enorme piedra. 9 El rey ordenó de inmediato a los encargados de su guardarropa que fuesen en busca de sus más bellas vestiduras para el señor Marqués de Carabás. El rey le hizo mil atenciones, y como el hermoso traje que le acababan de dar realzaba su figura, ya que era apuesto y bien formado, la hija del rey lo encontró de su agrado; bastó que el Marqués de Carabás le dirigiera dos o tres miradas sumamente respetuosas y algo tiernas, y ella quedó locamente enamorada. 10 11 El rey quiso que subiera a su carroza y lo acompañara en el paseo. El gato, encantado al ver que su proyecto empezaba a resultar, se adelantó, y habiendo encontrado a unos campesinos que segaban un prado, les dijo: —Buenos segadores, si no dicen al rey que el prado que están segando es del Marqués de Carabás, los haré picadillo como carne de budín. Cuando el rey preguntó a los segadores de quién era ese prado que estaban segando. —Es del señor Marqués de Carabás. Dijeron a una sola voz, puesto que la amenaza del gato los había asustado. —Tienes aquí una hermosa herencia, dijo el rey al Marqués de Carabás. —Verá, Majestad, es una tierra que no deja de producir con abundancia cada año. 12 El maestro gato, que iba siempre delante, encontró a unos campesinos que cosechaban y les dijo: —Buena gente que están cosechando, si no dicen que todos estos campos pertenecen al Marqués de Carabás, os haré picadillo como carne de budín. El rey, que pasó momentos después, quiso saber a quién pertenecían los campos que veía. —Son del señor Marqués de Carabás, contestaron los campesinos, y el rey nuevamente se alegró con el marqués.

El gato, que iba delante de la carroza, decía siempre lo mismo a todos cuantos encontraba; y el rey estaba muy asombrado con las riquezas del señor Marqués de Carabás. 13 El maestro gato llegó finalmente ante un hermoso castillo cuyo dueño era un ogro, el más rico que jamás se hubiera visto, pues todas las tierras por donde habían pasado eran dependientes de este castillo. 14 El gato, que tuvo la precaución de informarse acerca de quién era éste ogro y de lo que sabía hacer, pidió hablar con él, diciendo que no había querido pasar tan cerca de su castillo sin tener el honor de hacerle la reverencia. El ogro lo recibió en la forma más cortés que puede hacerlo un ogro y lo invitó a descansar. —Me han asegurado, dijo el gato, que tienes el don de convertirte en cualquier clase de animal, que puedes, por ejemplo, transformarte en león, en elefante. 15 —Es cierto, respondió el ogro con brusquedad, y para demostrártelo, verás cómo me convierto en león. El gato se asustó tanto al ver a un león delante de él que en un santiamén se trepó a las canaletas, no sin pena ni riesgo a causa de las botas que nada servían para andar por las tejas.

 Algún rato después, viendo que el ogro había recuperado su forma primitiva, el gato bajó y confesó que había tenido mucho miedo. 16 —Además me han asegurado, dijo el gato, pero no puedo creerlo, que también tienes el poder de adquirir la forma del más pequeño animalillo; por ejemplo, que puedes convertirte en un ratón, en una rata; te confieso que eso me parece imposible. —¿Imposible? —Repuso el ogro—, ya verás. Y al mismo tiempo en que dijo eso, se transformó en una rata que se puso a correr por el piso. Apenas la vio, el gato se echó encima de ella y se la comió. 17 Entretanto, el rey que al pasar vio el hermoso castillo del ogro, quiso entrar. El gato, al oír el ruido del carruaje que atravesaba el puente levadizo, corrió y le dijo al rey: —Vuestra Majestad sea bienvenida al castillo del señor Marqués de Carabás. —¡Cómo, señor marqués, exclamó el rey, este castillo también os pertenece! Nada hay más bello que este patio y todos estos edificios que lo rodean; veamos el interior, por favor. 

18 El marqués ofreció la mano a la joven princesa y, siguiendo al rey que iba primero, entraron a una gran sala donde encontraron una magnífica colación que el ogro había mandado preparar para sus amigos que vendrían a verlo ese mismo día, los cuales no se habían atrevido a entrar, sabiendo que el rey estaba allí. 19 El rey, encantado con las buenas cualidades del señor Marqués de Carabás, al igual que su hija, que ya estaba loca de amor, viendo los valiosos bienes que poseía, le dijo, después de haber bebido cinco o seis copas: —Sólo dependerá de ti, señor marqués, que seas mi yerno. El marqués, haciendo grandes reverencias, aceptó el honor que le hacia el rey; y ese mismo día se casó con la princesa. 20 El gato se convirtió en gran señor, y ya no corrió tras las ratas sino para divertirse. Material autorizado sólo para consulta con fines educativos, culturales y no lucrativos, con la obligación de citar invariablemente como fuente de la información la expresión “Edición digital. Derechos Reservados. Biblioteca Digital © Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa ILCE”. FIN.


martes, 26 de julio de 2022

Huevos de Chocolate.

 






Feliz martes: 26-07-2022 apreciados lectores, de este  blog de Literatura infantil y juvenil. Hoy comparto uno de mis cuentos fantasticos y humorístico, representativo de esa deliciosa golosina, que a todos nos gusta en especial a los niños. Me refiero al chocolate. Espero sea del agrado de todos ustedes y no olviden de comentar y seguir este blog.


Huevos de chocolate.




En las afueras de Río Chico vivía una señora a la que todos conocían como doña Carmela, la cual se dedicaba al cultivo de hortalizas y también tenía aves como gallinas, patos, guineos, pavos, palomas. En el extenso terreno habían árboles de guayaba, mangos, naranjas, limones, café y cacao. Doña Carmela de vez en cuando hacia unas ricas tortas de diferentes sabores, las cuales vendía a sus vecinos asi como también vendía los huevos de sus numerosas gallinas.


Un día la anciana no encontró maíz para alimentar a las aves del corral, en especial a sus gallinas, razón por la cual decidió echarles frutas del cacao que tenía almacenado en unos sacos. Entonces sucedió algo mágico cuando una gallina puso un huevo muy extraño y cuando comenzó a cacarear, el gallo se acercó para verlo y noto que era muy distinto a los huevos tradicionales de sus gallinas, ya que era muy brillante y de color marrón, muy intrigado comenzó a picotearlo y noto que su sabor era muy parecido al chocolate. Sorprendidos decidieron esconderlo debajo de unos troncos de madera, en un aparto rincón del gallinero y guardar el secreto .


Fue pasando el tiempo y cada vez que una gallina ponla un huevo, el loro le avisaba a doña Carmela para que fuera a recogerlo, lo cual disgustaba a las gallinas porque de esos huevos eran que nacían sus pollitos. Por fin el chismoso loro descubrió un día el secreto tan bien guardado por el gallo y sus gallinas, entonces decidió chantajearlos con las siguientes palabras:


-Escuchen bien y presten atención porque si no me complacen en lo que yo les pida. Entonces le diré el secreto a doña Carmela-.


Inmediatamente el gallo respondió:


-Por favor lo que tú pidas lorito, pero guárdanos el secreto-.


Ese día el loro pidió comer manzanas y seguidamente el gallo salió volando a conseguir las frutas. El segundo día el loro se acercó al gallinero y pidió comer peras. Inmediatamente las gallinas seguidas por el gallo salieron en busca de la deliciosa fruta. Al tercer día el loro se antojó de comer guayabas y las asustadas gallinas volaron a buscarlas. La semana siguiente el loro le dijo al gallo que deseaba comer uvas frescas del mercado y por más que el gallo busco por todas partes y lugares no encontró las uvas. Molesto ya en horas del mediodía y sintiendo mucha hambre el loro le dijo a doña Carmela:


-rúa, rúa, rúa si me compras uvas te dire un secreto-.


Sorprendida doña Carmela consiguió dinero con una de sus vecinas y se fue al mercado a comprar uvas frescas para su loro. Después de comerse todas las uvas y de sentirse muy satisfecho el loro volo hacia el gallinero mientras el gallo y sus gallinas observaban como el loro señalaba a la anciana el lugar donde estaban escondidos los huevos de chocolate. Inmediatamente doña Carmela los echo en una cesta y se los llevo hasta la cocina. Pasados unos minutos doña Carmela rompió uno de aquellos huevos, al probarlo noto en su boca un rico sabor a chocolate.


Al día siguiente la anciana preparo con parte de los huevos una enorme torta rellena de chocolate, la cual vendió a una de sus vecinas. A partir de ese día la fama de doña Carmela y sus tortas de chocolate, se expandió por todo Río Chico, al punto que desde apartados lugares y caseríos de Barlovento, viajaban hasta su casa para comprar la rica y deliciosa torta. Doña Carmela no le decían a nadie su receta siempre afirmaba que era una receta de familia.


Pasados los meses la anciana coloco un letrero tipo aviso frente a la puerta de su casa, en donde señalaba la venta de tortas, golosinas y también huevos rellenos de chocolate, los cuales por cierto eran una delicia para los estudiantes y niños del lugar. Pasaron los años y ya muy anciana doña Carmela dejo en manos de sus nietas aquel negocio familiar, cuyo aviso muy luminoso   y peculiar se ve  en una de las calles de Río Chico que dice:


-Sea usted bienvenido a saborear tortas golosinas y huevos de chocolate. Invita la familia bencolate-.


Fin.


Autor:  Manuel  Ibarra

Caracas/Venezuela

26-07-2022

Derechos reservados.



  

viernes, 22 de julio de 2022

Blanca Nieves

 





Feliz encuentro hoy: 22-07-2022, apreciados amigos, sean todos bienvenidos a este, mi blog de Literatura infantil y Juvenil. En esta ocasión y continuando con el ciclo de presentación de aquellos cuentos de la infancia con los cuales crecimos, divirtiéndonos  con sus maravillosas lecturas. Le toca el turno a [Blanca Nieves], escrita por los Hermanos Grimm.  Cuya lectura espero sea del agrado y deleite de todos ustedes. No olviden comentar sobre esta lectura y seguir este blog en donde encontraran cuentos, reseñas y poesías . 


Érase una vez una reina que, cosiendo junto a su ventana, se pinchó en el dedo y vio como la sangre cayó en la nieve. Fue entonces cuando deseó tener una hija con la piel tan blanca como la nieve, los labios rojos como la sangre y el pelo negro como el ébano. Y su deseó se cumplió, naciendo la princesa Blancanieves. Pero, la reina murió después de dar a luz y el rey se casó con una hechicera poderosa que tenía un espejo mágico. La reina hechicera solía preguntarle a su espejo una pregunta cada día: -Espejito, espejito, ¿quién es en la Tierra la más bella de todas? Y él contestaba: -Tú, mi reina, eres la más bella de todas. Pero, cuando Blancanieves cumplió diecisiete años era tan bonita como el día y la reina le preguntó a su espejo, éste respondió: -Reina, estás llena de belleza, es cierto, pero Blancanieves es más bella que tú y nunca podrás cambiar eso. 

La reina, celosa, ordenó a un cazador asesinar a Blancanieves en el bosque y, para asegurarse, le exigió que le trajera el corazón de la niña. El cazador se arrepintió, la dejó escapar y le llevó a la reina el corazón de un ciervo joven (que luego fue cocinado por el cocinero real y comido por la reina). En el bosque, Blancanieves descubrió una pequeña casa que pertenecía a siete enanos y decidió entrar para descansar. Allí, éstos se apiadan de ella: -Si mantienes la casa para nosotros, cocinas, haces las camas, lavas, coses, tejes y mantienes todo limpio y ordenado, entonces puede quedarse con nosotros y tendrá todo lo que quiera. Le advirtieron, eso sí, que no dejara entrar a nadie mientras ellos estuvieran en las montañas. Mientras tanto, la reina le preguntó a su espejo una vez más quién era la más bella de todas y, horrorizada, se enteró de que Blancanieves no sólo estaba viviendo con los enanos, sino que seguía siendo la más bonita de todas. La reina usa tres disfraces para tratar de matar a Blancanieves mientras los enanos están en las montañas. 

En primer lugar, disfrazada de vendedora ambulante, la reina ofrece a Blancanieves coloridas cintas para el cuello, Blancanieves se prueba una pero la reina la aprieta tan fuertemente que Blancanieves cae desmayada, haciendole pensar a la reina que está muerta. Blancanieves es revivida cuando los enanos le retiran la cinta de su cuello. A continuación, la reina se disfraza de persona mayor que vende peines y le ofrece un peine envenenado a Blancanieves. Aunque Blancanieves se resiste a que la mujer le ponga el peine, ésta logra ponérselo a la fuerza y Blancanieves cae desmayada Cuando llegan los enanos de las montañas le quitan el peine y se dan cuenta de que no alcanzó a clavárselo en la cabeza sino que solo la rasguñó. Por último, la reina prepara una manzana envenenada, se disfraza como la esposa de un granjero y le ofrece la manzana a Blancanieves. 

Cuando ella se resiste a aceptar, la reina corta la manzana por la mitad, y se come la parte blanca y le da la parte roja y envenenada a Blancanieves. Ella come la manzana con entusiasmo e inmediatamente cae en un profundo sopor. Cuando los enanos la encuentran, no la pueden revivir. Aun manteniendo su belleza los enanos fabrican un ataúd de cristal para poder verla todo el tiempo. El tiempo pasa y un príncipe que viaja a través de la tierra ve a Blancanieves en el ataúd. El príncipe está encantado por su belleza y de inmediato se enamora de ella. Este le ruega a los enanos que le den el cuerpo de Blancanieves y pide a sus sirvientes que trasladen el ataúd a su castillo. Al hacerlo se tropiezan en algunos arbustos y el movimiento hace que el trozo de manzana envenenada atorada en la garganta de Blancanieves se caiga haciéndola despertar. El príncipe luego le declara su amor y pronto se planea una boda. La vanidosa reina, creyendo aún que Blancanieves está muerta, pregunta una vez más a su espejo quién es la más bella de la tierra y,una vez más, el espejo la decepciona con su respuesta: - "Tú, mi reina, eres bella, es cierto; pero la joven reina es mil veces más bella que tú." Sin saber que esta nueva reina era, de hecho, su hijastra, la reina es invitada al matrimonio de un príncipe de un país vecino, cuando se da cuenta que la nueva reina es la princesa Blancanieves, la reinahechicera se asusta y se desespera tratando de pasar desapercibida. Sin embargo el príncipe y Blancanieves la ven. Blancanieves la reconoce y le cuenta al príncipe todo lo que la aquella le hizo. Como castigo por sus malos actos, el príncipe, ahora rey, manda a confeccionar un par de zapatos de hierro que son calentados al fuego hasta quedar rojos. Luego obliga a la reina a ponérselos y bailar hasta que cae muerta.


Fin.


 www.soncuentosinfantiles.co



domingo, 17 de julio de 2022

La Cenicienta

 





Feliz domingo: 17-07-2022, apreciados lectores. Bienvenidos a este su blog de Literatura Infantil y Juvenil. Para hoy comparto la lectura de uno de los cuentos infantiles tradicionales y mas leídos del Mundo, me refiero a [La Cenicienta] del gran escritor. Charles Perrault, espero lo disfruten, compartan su lectura en familia y por favor no olviden seguir mi blog, para que puedan disfrutar de otros cuentos como este.


La Cenicienta Charles Perrault Había una vez un gentil hombre que se casó en segundas nupcias con una mujer, la más altanera y orgullosa que jamás se haya visto. Tenía dos hijas por el estilo y que se le parecían en todo. El marido, por su lado, tenía una hija, pero de una dulzura y bondad sin par; lo había heredado de su madre que era la mejor persona del mundo. Junto con realizarse la boda, la madrastra dio libre curso a su mal carácter; no pudo soportar las cualidades de la joven, que hacían aparecer todavía más odiosas a sus hijas. 3 La obligó a las más viles tareas de la casa: ella era la que fregaba los pisos y la vajilla, la que limpiaba los cuartos de la señora y de las señoritas; dormía en lo más alto de la casa, en una buhardilla, sobre una mísera v manta, mientras sus hermanas ocupaban habitaciones con parquet, donde tenían camas a la última moda y espejos en que podían mirarse de cuerpo entero. 

La pobre muchacha aguantaba todo con paciencia, y no se atrevía a quejarse ante su padre, de miedo que le reprendiera, pues su mujer lo dominaba por completo. Cuando terminaba sus quehaceres, se instalaba en el rincón de la chimenea, sentándose sobre las cenizas, lo que le había merecido el apodo de Cenicienta, quien con sus míseras ropas, no dejaba de ser cien veces más hermosa que sus hermanas que andaban tan ricamente vestidas. Sucedió que el hijo del rey dio un baile al que invitó a todas las personas distinguidas; nuestras dos señoritas también fueron invitadas, pues tenían mucho nombre en la comarca. Helas aquí muy satisfechas y preocupadas de elegir los trajes y peinados que mejor les sentaran; nuevo trabajo para Cenicienta, pues era ella quien planchaba la ropa de sus hermanas y plisaba los adornos de sus vestidos. 

No se hablaba más que de la forma en que irían trajeadas. 4 —Yo —dijo la mayor— me pondré mi vestido de terciopelo rojo y mis adornos de Inglaterra. —Yo —dijo la menor— iré con mi falda sencilla; pero en cambio, me pondré mi abrigo con flores de oro y mi prendedor de brillantes, que no pasarán desapercibidos. Manos expertas se encargaron de armar los peinados de dos pisos y se compraron lunares postizos. Llamaron a Cenicienta para pedirle su opinión, pues tenía buen gusto. Cenicienta las aconsejó lo mejor posible, y se ofreció incluso para arreglarles el peinado, lo que aceptaron. Mientras las peinaba, ellas le decían: — Cenicienta, ¿te gustaría ir al baile? —Ay, señoritas, se están burlando, eso no es cosa para mí. —Tienes razón, se reirían bastante si vieran a una cenicienta entrar al baile. 5 Otra que no fuera Cenicienta, las habría arreglado mal los cabellos, pero ella era buena y las peinó con toda perfección.

Tan contentas estaban que pasaron cerca de dos días sin comer. Más de doce cordones rompieron a fuerza de apretarlos para que el talle se les viera más fino, y se pasaban delante del espejo. Finalmente, llegó el día feliz; partieron y Cenicienta las siguió con los ojos y cuando las perdió de vista se puso a llorar. Su madrina, que la vio anegada en lágrimas, le preguntó qué le pasaba. —Me gustaría... me gustaría... Lloraba tanto que no pudo terminar. Su madrina, que era un hada, le dijo: —¿Te gustaría ir al baile, no es cierto? —¡Ay, sí! —dijo Cenicienta suspirando. —¡Bueno, te portarás bien!, yo te haré ir. La llevó a su cuarto y le dijo: —Ve al jardín y tráeme una calabaza. Cenicienta fue en el acto a recoger la mejor que encontró y la llevó a su madrina, sin poder adivinar cómo ésta podría hacerla ir al baile. Su madrina la vació y dejándole solamente la cáscara, lo tocó con su varita mágica y al instante se convirtió en un bello carruaje 6 dorado. En seguida miró dentro de la ratonera donde encontró seis ratas vivas. Le dijo a Cenicienta que levantara un poco la puerta de la trampa, y a cada rata que salía le daba un golpe con la varita, y la rata quedaba automáticamente transformada en un brioso caballo; lo que hizo un tiro de seis caballos de un hermoso color gris ratón. 

Como no encontraba con qué hacer un cochero: —Voy a ver, dijo Cenicienta, si hay algún ratón en la trampa, para hacer un cochero. —Tienes razón, dijo su madrina, anda a ver. Cenicienta le llevó la trampa donde había tres ratones gordos. El hada eligió uno por su imponente barba, y habiéndolo tocado quedó convertido en un cochero gordo con un precioso bigote. En seguida, ella le dijo: —Baja al jardín, encontrarás seis lagartos detrás de la regadera; tráemelos. Tan pronto los trajo, la madrina los trocó en seis lacayos que se subieron en seguida a la parte posterior del carruaje, con sus trajes galoneados, sujetándose a él como si en su vida hubieran hecho otra cosa. El hada dijo entonces a Cenicienta: —Bueno, aquí tienes para ir al baile, 7 ¿no estás bien arreglada? —Es cierto, pero, ¿podré ir así, con estos vestidos tan feos? Su madrina no hizo más que tocarla con su varita, y al momento sus ropas se cambiaron en magníficos vestidos de paño de oro y plata, todos recamados con pedrerías; luego le dio un par de zapatillas de cristal, las más preciosas del mundo.

Una vez ataviada de este modo, Cenicienta subió al carruaje; pero su madrina le recomendó sobre todo que regresara antes de la medianoche, advirtiéndole que si se quedaba en el baile un minuto más, su carroza volvería a convertirse en calabaza, sus caballos en ratas, sus lacayos en lagartos, y que sus viejos vestidos recuperarían su forma primitiva. Ella prometió a su madrina que saldría del baile antes de la medianoche. Partió, loca de felicidad. El hijo del rey, a quien le avisaron que acababa de llegar una gran 8 princesa que nadie conocía, corrió a recibirla; le dio la mano al bajar del carruaje y la llevó al salón donde estaban los comensales. Entonces se hizo un gran silencio: el baile cesó y los violines dejaron de tocar, tan absortos estaban todos contemplando la gran belleza de esta desconocida. Sólo se oía un confuso rumor: —¡Ah, qué hermosa es! El mismo rey, siendo viejo, no dejaba de mirarla y de decir en 9 vos baja a la reina que desde hacía mucho tiempo no veía una persona tan bella y graciosa. Todas las damas observaban con atención su peinado y sus vestidos, para tener al día siguiente otros semejantes, siempre que existieran telas igualmente bellas y manos tan diestras para confeccionarlos.

El hijo del rey la colocó en el sitio de honor y en seguida la condujo al salón para bailar con ella. Bailó con tanta gracia que fue un motivo más de admiración. Trajeron exquisitos manjares que el príncipe no probó, ocupado como estaba en observarla. Ella fue a sentarse al lado de sus hermanas y les hizo mil atenciones; compartió con ellas los limones y naranjas que el príncipe le había obsequiado, lo que las sorprendió mucho, pues no la conocían. Charlando así estaban, cuando Cenicienta oyó dar las once tres cuartos; hizo al momento una gran reverencia a los asistentes y se fue a 10 toda prisa. Apenas hubo llegado, fue a buscar a su madrina y después de darle las gracias, le dijo que desearía mucho ir al baile al día siguiente porque el príncipe se lo había pedido.

Cuando le estaba contando a su madrina todo lo que había sucedido en el baile, las dos hermanas golpearon a su puerta; Cenicienta fue a abrir. —¡Cómo han tardado en volver! les dijo bostezando, frotándose los ojos y estirándose como si acabara de despertar. —Si hubieras ido al baile —le dijo una de las hermanas— no te habrías aburrido; asistió la más bella princesa, la más bella que jamás se ha visto; nos hizo mil atenciones, nos dio naranjas y limones. Cenicienta estaba radiante de alegría. Les preguntó el nombre de esta princesa; pero contestaron que nadie la conocía, que el hijo del rey no se conformaba y que daría todo en el mundo por saber quién era. Cenicienta sonrió y les dijo: —¿Era entonces muy hermosa? Dios mío, felices ustedes, ¿no podría verla yo? Ay, señorita Javotte, présteme el vestido amarillo que usa todos los días. Verdaderamente —dijo la señorita Javotte—, ¡no faltaba más! 11 Prestarle mi vestido a la Cenicienta, tendría que estar loca. Cenicienta esperaba esta negativa, y se alegró, pues se habría sentido bastante confundida si su hermana hubiese querido prestarle el vestido.

Al día siguiente, las dos hermanas fueron al baile, y Cenicienta también, pero aún más ricamente ataviada que la primera vez. El hijo del rey estuvo constantemente a su lado y diciéndole cosas agradables; nada aburrida estaba la joven damisela y olvidó la recomendación de su madrina; de modo que oyó tocar la primera campanada de medianoche cuando creía que no eran ni las once. Se levantó y salió corriendo, ligera como una gacela. 12 El príncipe la siguió, pero no pudo alcanzarla; ella había dejado caer una de sus zapatillas de cristal que el príncipe recogió con todo cuidado. Cenicienta llegó a casa sofocada, sin carroza, sin lacayos, con sus viejos vestidos, pues no le había quedado de toda su magnificencia sino una de sus zapatillas, igual a la que se le había caído. Preguntaron a los porteros del palacio si habían visto salir a una princesa; dijeron que no habían visto salir a nadie, salvo una muchacha muy mal vestida que tenía más aspecto de aldeana que de señorita.

Cuando sus dos hermanas regresaron del baile, Cenicienta les preguntó si esta vez también se habían divertido y si había ido la hermosa dama. Dijeron que si, pero que había salido corriendo al dar las doce, y tan rápidamente que había dejado caer una de sus zapatillas de cristal, la más bonita del mundo; que el hijo del rey la había recogido dedicándose a contemplarla durante todo el resto del baile, y que sin duda estaba muy enamorado de la bella personita dueña de la zapatilla. Y era verdad, pues a los pocos días el hijo del rey hizo proclamar al son de trompetas que se casaría con la persona cuyo pie se ajustara a la zapatilla. Empezaron probándola a las princesas, en seguida a las duquesas, y a toda la corte, pero inútilmente. 13 La llevaron donde las dos hermanas, las que hicieron todo lo posible para que su pie cupiera en la zapatilla, pero no pudieron. Cenicienta, que las estaba mirando, y que reconoció su zapatilla, dijo riendo: —¿Puedo probar si a mí me calza? Sus hermanas se pusieron a reír y a burlarse de ella.

El gentil hombre que probaba la zapatilla, habiendo mirado atentamente a Cenicienta y encontrándola muy linda, dijo que era lo justo, y que él tenía orden de probarla a todas las jóvenes.Hizo sentarse a Cenicienta y acercando la zapatilla a su piececito, vio que encajaba sin esfuerzo y que era hecha a su medida. Grande fue el asombro de las dos hermanas, pero más grande aún cuando Cenicienta sacó de su bolsillo la otra zapatilla y se la puso. En esto llegó la madrina que, habiendo tocado con su varita los vestidos de Cenicienta, los volvió más deslumbrantes aún que los anteriores. Entonces las dos hermanas la reconocieron como la persona que habían visto en el baile. 14 Se arrojaron a sus pies para pedirle perdón por todos los malos tratos que le habían infligido. Cenicienta las hizo levantarse y les dijo, abrazándolas, que las perdonaba de todo corazón y les rogó que siempre la quisieran. Fue conducida ante el joven príncipe, vestida como estaba. Él la encontró más bella que nunca, y pocos días después se casaron. Cenicienta, que era tan buena como hermosa, hizo llevar a sus hermanas a morar en el palacio y las casó en seguida con dos grandes señores de la corte. MORALEJA En la mujer rico tesoro es la belleza, el placer de admirarla no se acaba jamás; pero la bondad, la gentileza la superan y valen mucho más. Es lo que a Cenicienta el hada concedió a través de enseñanzas y lecciones tanto que al final a ser reina llegó (Según dice este cuento con sus moralizaciones). Bellas, ya lo sabéis: más que andar bien peinadas os vale, en el afán de ganar corazones que como virtudes os concedan las hadas bondad y gentileza, los más preciados dones. OTRA MORALEJA Sin duda es de gran conveniencia nacer con mucha inteligencia, coraje, alcurnia, buen sentido y otros talentos parecidos, que el cielo da con indulgencia; pero con ellos nada ha de sacar en su avance por las rutas del destino quien, para hacerlos destacar, no tenga una madrina o un padrino.

Fin.





viernes, 15 de julio de 2022

 



Feliz viernes: 15- 07-2022, apreciados lectores. Dando inicio a un ciclo de reseñas de grandes escritores tanto venezolanos como de otras nacionalidades. Resaltamos hoy en la foto portada del cuento [El patito feo], del escritor. Hans Christian Anderson. Espero que su lectura en familia, sea del agrado de todos ustedes. No olviden suscribirse a este blog de Literatura Infantil y Juvenil para que disfruten tanto de cuentos como poesía.



EL PATITO FEO Hans Christian Andersen qué lindos eran los días de verano! ¡Qué agradable resultaba pasear por el campo y ver el trigo amarillo, la verde avena y las parvas de heno apilado en las llanuras! Sobre sus largas patas rojas iba la cigüeña junto a algunos flamencos, que se paraban un rato sobre cada pata. Sí, era realmente encantador estar en el campo. Bañada de sol se alzaba allí una vieja mansión solariega a la que rodeaba un profundo foso; Q 2 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx desde sus paredes hasta el borde del agua crecían unas plantas de hojas gigantescas, las mayores de las cuales eran lo suficientemente grandes para que un niño pequeño pudiese pararse debajo de ellas. 

Aquel lugar resultaba tan enmarañado y agreste como el más denso de los bosques, y era allí donde cierta pata había hecho su nido. Ya era tiempo de sobra para que naciesen los patitos, pero se demoraban tanto, que la mamá comenzaba a perder la paciencia, pues casi nadie venía a visitarla. Al fin los huevos se abrieron uno tras otro.

 “¡Pip, pip!”, decían los patitos conforme iban asomando sus cabezas a través del cascarón. —¡Cuac, cuac! —dijo la mamá pata, y todos los patitos se apresuraron a salir tan rápido como pudieron, dedicándose enseguida a escudriñar entre las verdes hojas. La mamá los dejó hacer, pues el verde es muy bueno para los ojos. 3 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx —¡Oh, qué grande es el mundo! —dijeron los patitos. Y ciertamente disponían de un espacio mayor que el que tenían dentro del huevo. —¿Creen acaso que esto es el mundo entero? —preguntó la pata—. Pues sepan que se extiende mucho más allá del jardín, hasta el prado mismo del pastor, aunque yo nunca me he alejado tanto. Bueno, espero que ya estén todos —agregó, levantándose del nido—. ¡Ah, pero si todavía falta el más grande! ¿Cuánto tardará aún? No puedo entretenerme con él mucho tiempo. 

 Y la pata fue a sentarse de nuevo en su sitio, en el nido. 4 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx —¡Vaya, vaya! ¿Cómo anda eso? —preguntó una pata vieja que venía de visita. —Ya no queda más que este huevo, pero tarda tanto… —dijo la pata echada—. No hay forma de que rompa. Pero fíjate en los otros, y dime si no son los patitos más lindos que se hayan visto nunca. Todos se parecen a su padre, el muy bandido. ¿Por qué no vendrá a verme? —Déjame echar un vistazo a ese huevo que no acaba de romper —dijo la anciana—. Te apuesto a que es un huevo de pava. Así fue como me engatusaron cierta vez a mí. ¡El trabajo que me dieron aquellos pavitos! ¡Imagínate! Le tenían miedo al agua y no había forma de hacerlos entrar en ella. Yo graznaba y los picoteaba, pero de nada me servía… Pero, vamos a ver ese huevo… —Creo que me quedaré sobre él un ratito aún —dijo la pata—. He estado tanto tiempo aquí sentada, que un poco más no me hará daño. —Como quieras —dijo la pata vieja, y se alejó contoneándose. 5 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx Por fin se rompió el huevo. “¡Pip, pip!”, dijo el pequeño, volcándose del cascarón. La pata vio lo grande y feo que era, y exclamó: —¡Dios mío, qué patito tan enorme! No se parece a ninguno de los otros. Y, sin embargo, me atrevo a asegurar que no es ningún crío de pavos. Al otro día hizo un tiempo maravilloso. 

El sol resplandecía en las verdes hojas gigantescas. La mamá pata se acercó al foso con toda su familia y, ¡plaf!, saltó al agua. —¡Cuac, cuac! —llamaba. Y uno tras otro los patitos se fueron abalanzando tras ella. El agua se cerraba sobre sus cabezas, pero enseguida resurgían flotando magníficamente. Movían sus patas sin el menor esfuerzo, y a poco estuvieron todos en el agua. Hasta el patito feo y gris nadaba con los otros. 6 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx —No es un pavo, por cierto —dijo la pata—. Fíjense en la elegancia con que nada, y en lo derecho que se mantiene. Sin duda que es uno de mis pequeñitos. Y si uno lo mira bien, se da cuenta pronto de que es realmente muy guapo. ¡Cuac, cuac! Vamos, vengan conmigo y déjenme enseñarles el mundo y presentarlos al corral entero. Pero no se separen mucho de mí, no sea que los pisoteen. Y anden con los ojos muy abiertos, por si viene el gato. Y con esto se encaminaron al corral. Había allí un escándalo espantoso, pues dos familias se estaban 7 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx peleando por una cabeza de anguila, que, a fin de cuentas, fue a parar al estómago del gato. —¡Vean! ¡Así anda el mundo! —dijo la mamá relamiéndose el pico, pues también a ella la entusiasmaban las cabezas de anguila—. ¡A ver! ¿Qué pasa con esas piernas? Anden ligeros y no dejen de hacerle una bonita reverencia a esa anciana pata que está allí.

Es la más fina de todos nosotros. Tiene en las venas sangre española; por eso es tan regordeta. Fíjense, además, en que lleva una cinta roja atada a una pierna: es la más alta distinción que se puede alcanzar. Es tanto como decir que nadie piensa en deshacerse de ella, y que deben respetarla todos, los animales y los hombres. ¡Anímense y no metan los dedos hacia adentro! Los patitos bien educados los sacan hacia afuera, como mamá y papá… Eso es. Ahora hagan una reverencia y digan ¡cuac! Todos obedecieron, pero los otros patos que estaban allí los miraron con desprecio y exclamaron en alta voz: 8 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx —¡Vaya! ¡Como si ya no fuésemos bastantes! Ahora tendremos que rozarnos también con esa gentuza. ¡Uf!… ¡Qué patito tan feo! No podemos soportarlo. Y uno de los patos salió enseguida corriendo y le dio un picotazo en el cuello. —¡Déjenlo tranquilo! —dijo la mamá—. No le está haciendo daño a nadie. —Sí, pero es tan desgarbado y extraño —dijo el que lo había picoteado—, que no quedará más remedio que despachurrarlo. —¡Qué lindos niños tienes, muchacha! —dijo la vieja pata de la cinta roja—. Todos son muy hermosos, excepto uno, al que le noto algo raro. Me gustaría que pudieras hacerlo de nuevo. Eso ni pensarlo, señora —dijo la mamá de los patitos—. No es hermoso, pero tiene muy buen carácter y nada tan bien como los otros, y me atrevería a decir que hasta un poco mejor. Espero que tome mejor aspecto cuando crezca y que, con el tiempo, no se le vea tan grande. Estuvo dentro 9 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx del cascarón más de lo necesario, por eso no salió tan bello como los otros. Y con el pico le acarició el cuello y le alisó las plumas. —De todos modos, es macho y no importa tanto —añadió—. Estoy segura de que será muy fuerte y se abrirá camino en la vida. —Estos otros patitos son encantadores —dijo la vieja pata—. Quiero que se sientan como en su casa. Y si por casualidad encuentran algo así como una cabeza de anguila, pueden traérmela sin pena.

Con esta invitación todos se sintieron allí a sus anchas. Pero el pobre patito que había salido el último del cascarón, y que tan feo les parecía a todos, no recibió más que picotazos, empujones y burlas, lo mismo de los patos que de las gallinas. —¡Qué feo es! —decían. Y el pavo, que había nacido con las espuelas puestas y que se consideraba por ello casi un 10 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx emperador, infló sus plumas como un barco a toda vela y se le fue encima con un cacareo, tan estrepitoso que toda la cara se le puso roja. El pobre patito no sabía dónde meterse. Sentíase terriblemente abatido, por ser tan feo y porque todo el mundo se burlaba de él en el corral. Así pasó el primer día. En los días siguientes, las cosas fueron de mal en peor. El pobre patito se vio acosado por todos. Incluso sus hermanos y hermanas lo maltrataban de vez en cuando y le decían: 11 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx —¡Ojalá te agarre el gato, grandulón! Hasta su misma mamá deseaba que estuviera lejos del corral. Los patos lo pellizcaban, las gallinas lo picoteaban y, un día, la muchacha que traía la comida a las aves le asestó un puntapié. 

Entonces el patito huyó del corral. De un revuelo saltó por encima de la cerca, con gran susto de los pajaritos que estaban en los arbustos, que se echaron a volar por los aires. “¡Es porque soy tan feo!” pensó el patito, cerrando los ojos. Pero así y todo siguió corriendo hasta que, por fin, llegó a los grandes pantanos donde viven los patos salvajes, y allí se pasó toda la noche abrumado de cansancio y tristeza. A la mañana siguiente, los patos salvajes remontaron el vuelo y miraron a su nuevo compañero. —¿Y tú qué cosa eres? —le preguntaron, mientras el patito les hacía reverencias en todas direcciones, lo mejor que sabía. 12 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx —¡Eres más feo que un espantapájaros! —dijeron los patos salvajes—. Pero eso no importa, con tal que no quieras casarte con una de nuestras hermanas. ¡Pobre patito! Ni soñaba él con el matrimonio. Sólo quería que lo dejasen estar tranquilo entre los juncos y tomar un poquito de agua del pantano. 

Unos días más tarde aparecieron por allí dos gansos salvajes. No hacía mucho que habían dejado el nido: por eso eran tan impertinentes. —Mira, muchacho —comenzaron diciéndole—, eres tan feo que nos caes simpático. ¿Quieres emigrar con nosotros? No muy lejos, en otro pantano, viven unas gansitas salvajes muy presentables, todas solteras, que saben graznar espléndidamente. Es la oportunidad de tu vida, feo y todo como eres. 13 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx —¡Bang, bang! —se escuchó en ese instante por encima de ellos, y los dos gansos cayeron muertos entre los juncos, tiñendo el agua con su sangre. Al eco de nuevos disparos se alzaron del pantano las bandadas de gansos salvajes, con lo que menudearon los tiros. Se había organizado una importante cacería y los tiradores rodeaban los pantanos; algunos hasta se habían sentado en las ramas de los árboles que se extendían sobre los juncos. Nubes de humo azul se esparcieron por el oscuro boscaje, y fueron a perderse lejos, sobre el agua. Los perros de caza aparecieron chapaleando entre el agua, y, a su avance, doblándose aquí y allá las cañas y los juncos. Aquello aterrorizó al pobre patito feo, que ya se disponía a ocultar la cabeza bajo el ala cuando apareció junto a él un enorme y 14 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx espantoso perro: la lengua le colgaba fuera de la boca y sus ojos miraban con brillo temible. Le acercó el hocico, le enseñó sus agudos dientes, y de pronto… ¡plaf!… ¡allá se fue otra vez sin tocarlo! El patito dio un suspiro de alivio. —Por suerte soy tan feo que ni los perros tienen ganas de comerme —se dijo. Y se tendió allí muy quieto, mientras los perdigones repiqueteaban sobre los juncos, y las descargas, una tras otra, atronaban los aires.

Era muy tarde cuando las cosas se calmaron, y aún entonces el pobre no se atrevía a levantarse. Esperó todavía varias horas antes de arriesgarse a echar un vistazo, y, en cuanto lo hizo, enseguida se escapó de los pantanos tan rápido como pudo. Echó a correr por campos y praderas; pero hacía tanto viento, que le costaba no poco trabajo mantenerse sobre sus pies. Hacia el crepúsculo llegó a una pobre cabaña campesina. Se sentía en tan mal estado que no 15 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx sabía de qué parte caerse, y, en la duda, permanecía de pie. El viento soplaba tan ferozmente alrededor del patito que éste tuvo que sentarse sobre su propia cola, para no ser arrastrado. En eso notó que una de las bisagras de la puerta se había caído, y que la hoja colgaba con una inclinación tal que le sería fácil filtrarse por la estrecha abertura. Y así lo hizo. En la cabaña vivía una anciana con su gato y su gallina. El gato, a quien la anciana llamaba “Hijito”, sabía arquear el lomo y ronronear; hasta era capaz de echar chispas si lo frotaban a contrapelo.

La gallina tenía unas patas tan cortas que le habían puesto por nombre “Chiquitita Piernascortas”. Era una gran ponedora y la anciana la quería como a su propia hija. Cuando llegó la mañana, el gato y la gallina no tardaron en descubrir al extraño patito. El gato lo saludó ronroneando y la gallina con su cacareo. —Pero, ¿qué pasa? —preguntó la vieja, mirando a su alrededor. No andaba muy bien de la vista, así 16 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx que se creyó que el patito feo era una pata regordeta que se había perdido—. ¡Qué suerte! —dijo—. Ahora tendremos huevos de pata. ¡Con tal que no sea macho! Le daremos unos días de prueba. Así que al patito le dieron tres semanas de plazo para poner, al término de las cuales, por supuesto, no había ni rastros de huevo. Ahora bien, en aquella casa el gato era el dueño y la gallina la dueña, y siempre que hablaban de sí mismos solían decir: “nosotros y el mundo”, porque opinaban que ellos solos formaban la mitad del mundo, y lo que es más, la mitad más importante. Al patito le parecía que sobre esto podía haber otras opiniones, pero la gallina ni siquiera quiso oírlo. —¿Puedes poner huevos? —le preguntó. —No. —Pues entonces, ¡cállate! Y el gato le preguntó: 17 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx —¿Puedes arquear el lomo, o ronronear, o echar chispas? —No. —Pues entonces, guárdate tus opiniones cuando hablan las personas sensatas. 

Con lo que el patito fue a sentarse en un rincón, muy desanimado. Pero de pronto recordó el aire fresco y el sol, y sintió una nostalgia tan grande 18 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx de irse a nadar en el agua que —¡no pudo evitarlo!— fue y se lo contó a la gallina. —¡Vamos! ¿Qué te pasa? —le dijo ella—. Bien se ve que no tienes nada que hacer; por eso piensas tantas tonterías. Te las sacudirías muy pronto si te dedicaras a poner huevos o a ronronear. —¡Pero es tan sabroso nadar en el agua! —dijo el patito feo—. ¡Tan sabroso zambullir la cabeza y bucear hasta el mismo fondo! —Sí, muy agradable —dijo la gallina—. Me parece que te has vuelto loco. Pregúntale al gato, ¡no hay nadie tan listo como él! ¡Pregúntale a nuestra vieja ama, la mujer más sabia del mundo! ¿Crees que a ella le gusta nadar y zambullirse? —No me comprendes —dijo el patito. —Pues si yo no te comprendo, me gustaría saber quién podrá comprenderte. De seguro que no pretenderás ser más sabio que el gato y la señora, para no mencionarme a mí misma. ¡No seas tonto, muchacho! ¿No te has encontrado un cuarto cálido y confortable, donde te hacen compañía 19 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx quienes pueden enseñarte? Pero no eres más que un tonto, y a nadie le hace gracia tenerte aquí.

Te doy mi palabra de que si te digo cosas desagradables es por tu propio bien: sólo los buenos amigos nos dicen las verdades. Haz ahora tu parte y aprende a poner huevos o a ronronear y echar chispas. —Creo que me voy a recorrer el ancho mundo —dijo el patito. —Sí, vete —dijo la gallina. Y así fue como el patito se marchó. Nadó y se zambulló; pero ningún ser viviente quería tratarse con él por lo feo que era. Pronto llegó el otoño. Las hojas en el bosque se tornaron amarillas o pardas; el viento las arrancó y las hizo girar en remolinos, y los cielos tomaron un aspecto hosco y frío. Las nubes colgaban bajas, cargadas de granizo y nieve, y el cuervo, que solía posarse en la tapia, graznaba “¡cau, cau!”, de frío que tenía. Sólo de pensarlo le daban a uno 20 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx escalofríos. Sí, el pobre patito feo no lo estaba pasando muy bien. 

Cierta tarde, mientras el sol se ponía en un maravilloso crepúsculo, emergió de entre los arbustos una bandada de grandes y hermosas aves. El patito no había visto nunca unos animales tan espléndidos. Eran de una blancura resplandeciente, y tenían largos y esbeltos cuellos. Eran cisnes. A la vez que lanzaban un fantástico grito, extendieron sus largas, sus magníficas alas, y remontaron el vuelo, alejándose de aquel frío hacia los lagos abiertos y las tierras cálidas. Se elevaron muy alto, muy alto, allá entre los aires, y el patito feo se sintió lleno de una rara inquietud. Comenzó a dar vueltas y vueltas en el agua lo mismo que una rueda, estirando el cuello en la dirección que seguían, que él mismo se asustó al oírlo. ¡Ah, jamás podría olvidar aquellos hermosos y afortunados pájaros! En cuanto los perdió de vista, se sumergió derecho hasta el fondo, y se hallaba como fuera de sí cuando regresó a la superficie. No tenía idea de cuál 21 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx podría ser el nombre de aquellas aves, ni de adónde se dirigían, y, sin embargo, eran más importantes para él que todas las que había conocido hasta entonces. 

No las envidiaba en modo alguno: ¿cómo se atrevería siquiera a soñar que aquel esplendor pudiera pertenecerle? Ya se daría por satisfecho con que los patos lo tolerasen, ¡pobre criatura estrafalaria que era! ¡Cuán frío se presentaba aquel invierno! El patito se veía forzado a nadar incesantemente para impedir que el agua se congelase en torno suyo. Pero cada noche el hueco en que nadaba se hacía más y más pequeño. Vino luego una helada tan fuerte, que el patito, para que el agua no se cerrase definitivamente, ya tenía que mover las patas todo el tiempo en el hielo crujiente. Por fin, debilitado por el esfuerzo, quedose muy quieto y comenzó a congelarse rápidamente sobre el hielo. 22 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx A la mañana siguiente, muy temprano, lo encontró un campesino. Rompió el hielo con uno de sus zuecos de madera, lo recogió y lo llevó a casa, donde su mujer se encargó de revivirlo. Los niños querían jugar con él, pero el patito feo tenía terror de sus travesuras y, con el miedo, fue a meterse revoloteando en la paila de la leche, que se derramó por todo el piso. Gritó la mujer y dio unas palmadas en el aire, y él, más asustado, se metió de un vuelo en el barril de la mantequilla, y desde allí se lanzó de cabeza al cajón de la harina, de donde salió hecho una lástima. ¡Había que verlo! Chillaba la mujer y quería darle con la escoba, y los niños tropezaban unos con otros tratando de echarle mano. ¡Cómo gritaban y se reían! Fue una suerte que la puerta estuviese abierta. El patito se precipitó afuera, entre los arbustos, y se hundió, atolondrado, entre la nieve recién caída. Pero sería demasiado cruel describir todas las miserias y trabajos que el patito tuvo que pasar durante aquel crudo invierno.

Había buscado 23 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx refugio entre los juncos cuando las alondras comenzaron a cantar y el sol a calentar de nuevo: llegaba la hermosa primavera. Entonces, de repente, probó sus alas: el zumbido que hicieron fue mucho más fuerte que otras veces, y lo arrastraron rápidamente a lo alto. Casi sin darse cuenta, se halló en un vasto jardín con manzanos en flor y fragantes lilas, que colgaban de las verdes ramas sobre un sinuoso arroyo. ¡Oh, qué agradable era estar allí, en la frescura de la primavera! Y en eso surgieron frente a él de la espesura tres hermosos cisnes blancos, rizando sus plumas y dejándose llevar con suavidad por la corriente. 

El patito feo reconoció a aquellas espléndidas criaturas que una vez había visto levantar el vuelo, y se sintió sobrecogido por un extraño sentimiento de melancolía. 24 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx —¡Volaré hasta esas regias aves! —se dijo—. Me darán de picotazos hasta matarme, por haberme atrevido, feo como soy, a aproximarme a ellas. Pero, ¡qué importa! Mejor es que ellas me maten, a sufrir los pellizcos de los patos, los picotazos de las gallinas, los golpes de la muchacha que cuida las aves y los rigores del invierno. Y así, voló hasta el agua y nadó hacia los hermosos cisnes. En cuanto lo vieron, se le acercaron con las plumas encrespadas. —¡Sí, mátenme, mátenme! —gritó la desventurada criatura, inclinando la cabeza hacia el agua en espera de la muerte. Pero, ¿qué es lo que vio allí en la límpida corriente? ¡Era un reflejo de sí mismo, pero no ya el reflejo de un pájaro torpe y gris, feo y repugnante, no, sino el reflejo de un cisne! Poco importa que se nazca en el corral de los patos, siempre que uno salga de un huevo de cisne. Se sentía realmente feliz de haber pasado tantos trabajos y desgracias, pues esto lo ayudaba 25 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx a apreciar mejor la alegría y la belleza que le esperaban. Y los tres cisnes nadaban y nadaban a su alrededor y lo acariciaban con sus picos. En el jardín habían entrado unos niños que lanzaban al agua pedazos de pan y semillas. El más pequeño exclamó: —¡Ahí va un nuevo cisne! Y los otros niños corearon con gritos de alegría: —¡Sí, hay un cisne nuevo! Y batieron palmas y bailaron, y corrieron a buscar a sus padres. Había pedacitos de pan y de pasteles en el agua, y todo el mundo decía: —¡El nuevo es el más hermoso! ¡Qué joven y esbelto es! Y los cisnes viejos se inclinaron ante él.

Esto lo llenó de timidez, y escondió la cabeza bajo el ala, sin que supiese explicarse la razón. Era muy, pero muy feliz, aunque no había en él ni una pizca de orgullo, pues este no cabe en los corazones bondadosos. Y mientras recordaba los desprecios 26 http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx y humillaciones del pasado, oía cómo todos decían ahora que era el más hermoso de los cisnes. Las lilas inclinaron sus ramas ante él, bajándolas hasta el agua misma, y los rayos del sol eran cálidos y amables. Rizó entonces sus alas, alzó el esbelto cuello y se alegró desde lo hondo de su corazón: Jamás soñé que podría haber tanta felicidad, allá en los tiempos en que era sólo un patito feo. Material autorizado sólo para consulta con fines educativos, culturales y no lucrativos, con la obligación de cita.

Fin.