Cuando se acercan las doce campanadas,
y todos se abrazan llenos de alegría,
no puedo parar de llorar madre mía,
porque este año tiene las horas contadas.
Feliz año nuevo gritan las barriadas,
entre abrazo y llanto todos celebramos,
al pie del pesebre alegres ya cantamos,
alzando las copas con manos cansadas.
Ves, con tantos aplausos llego el nuevo año,
lleno de esperanzas también de ilusiones,
atrás van quedando recuerdos de antaño.
Que reine la gran paz son mis condiciones,
y si te portas mal tendrás un regaño,
buen comportamiento premio por millones.
Manuel Ibarra
Caracas/Venezuela
19-12-2022
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