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jueves, 17 de abril de 2025

La zorra y la cigüeña.

 




La zorra y la cigüeña

[Minicuento - Texto completo.]

Jean de La Fontaine



Sintiéndose un día muy generosa, invitó doña zorra a cenar a doña cigüeña. La comida fue

breve y sin mayores preparativos. La astuta raposa, por su mejor menú, tenía un caldo ralo,

pues vivía pobremente, y se lo presentó a la cigüeña servido en un plato poco profundo.

Esta no pudo probar ni un solo sorbo, debido a su largo pico. La zorra, en cambio, lo lamió

todo en un instante.

Para vengarse de esa burla, decidió la cigüeña invitar a doña zorra. -Encantada -dijo-, yo no soy protocolaria con mis amistades.

Llegada la hora corrió a casa de la cigüeña, encontrando la cena servida y con un apetito del

que nunca están escasas las señoras zorras. El olorcito de la carne, partida en finos pedazos,

la entusiasmó aún más. Pero para su desdicha, la encontró servida en una copa de cuello

alto y de estrecha boca, por el cual pasaba perfectamente el pico de doña cigüeña, pero el

hocico de doña zorra, como era de mayor medida, no alcanzó a tocar nada, ni con la punta

de la lengua. Así, doña zorra tuvo que marcharse en ayunas, toda avergonzada y engañada,

con las orejas gachas y apretando su cola.

Para ustedes escribo, embusteros: ¡Esperen la misma suerte!

No engañes a otros, pues bien conocen tus debilidades y te harán pagar tu daño en la

forma que más te afectará.

FIN



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