El Realismo Mágico en Latinoamérica,
pasado y presente.
Como expresión literaria el Realismo Mágico, es un tema muy
interesante tanto para los críticos como para el lector común. De allí que
algunos autores como Seymor Mentón [1998], lo definen como una estética
literaria marcada por el asombro y en donde el interés es mostrar lo común y
cotidiano como algo irreal o extraño.
En cuanto a sus antecedentes se puede afirmar que se remontan
al periodo barroco del siglo XVI y luego se manifiesta con el surgimiento de la
novela gótica en el siglo XVIII y toma nuevamente impulso con el llamado
movimiento surrealista en el siglo XX.
Sus orígenes se pierden en el siglo XX a tal punto que el
termino Realismo Mágico fue utilizado por primera vez por el Alemán Franz Roh
en el año 1925, para expresar una corriente expresionista en la pintura.
Posteriormente aparecerá publicado en su libro [Realismo Mágico] ese mismo año,
lo cual permite resaltar que dicho término surge en Europa.
La corriente Mágico Realista transciende Europa y llega a Latinoamérica
a comienzos de 1940 aproximadamente impulsado por escritores como el venezolano
Arturo Uslar Pietri, quien resalta sus elementos a través de la publicación de
su cuento[La lluvia] del año 1935 y luego en su libro [Letras y hombres de
Venezuela] publicado en el año 1948.
Otro gran escritor que se impregna del Realismo Mágico, es el
cubano Alejo Carpentier, quien llega a definirlo como el realismo maravilloso
en su libro [El reino de este Mundo], publicado en el año 1949. Posteriormente
el argentino Jorge Luis Borges le da un gran impulso a la narrativa mágica
realista en su libro [Ficciones], en 1941 y años más tarde con [Aleph]
publicado en 1949. Indudablemente que Borges ejerce gran influencia en otros
autores como el guatemalteco Miguel Ángel Asturias quien publica [Señor
Presidente] en el año 1946.
La mano del escritor mexicano Juan Rulfo lleva a su máxima
expresión las características del Realismo Mágico cuando publica su gran novela
[Pedro Paramo] en el año 1955 y catalogada por la crítica como una gran joya de
la literatura contemporánea latinoamericana. También es oportuno mencionar que
otro escritor influenciado por la Realismo Mágico es el argentino Julio
Cortázar quien publica [Final de fuego] en el año 1956. No se podría cerrar la
década de los cincuenta sin mencionar que continuando la tendencia de la
narrativa mágico realista el escritor Gunter Grass logra publicar [El tambor de
hojalata] en el año 1959.
Es cierto que en el Realismo Mágico se introducen elementos
fantásticos, irreales que los personajes perciben como naturales, en donde la
muerte surge como un elemento primordial del discurso, lo cual se puede
evidenciar con la lectura de [La muerte de Artemio Cruz] del gran escritor
mexicano Carlos Fuentes y publicada en el año 1962.
El auge de la corriente literaria mágico realista en
Latinoamérica no tiene parangón y toma nuevamente impulso con la gran novela
[Cien años de soledad] del escritor colombiano y premio nobel Gabriel García
Márquez, publicada en 1967. No solamente
se manifiestan los elementos del Realismo Mágico en la novela y la poesía,
también se encuentran en [Cuentos grotescos], del venezolano José Rafael
Pocaterra publicado en el año 1976.
Para los seguidores del Realismo Mágico fue un verdadero
placer literario leer [Los hijos de medianoche] de Salman Rushdie publicado en
1980. Seguidamente Mario Vargas Llosa publica en 1981, [Guerra de fin de
Mundo]. Ese mismo año García Márquez resalta nuevamente las características del
Realismo Mágico con su novela [Crónica de una muerte anunciada].
En Venezuela la novela impregnada del Realismo Mágico resalta
en la pluma de la escritora Laura Antillano quien publica [Perfume de Gardenia] en 1982. La década de los años 80, no puede concluir
sin que haga su aparición otra gran obra en el concierto Latinoamericano [Como
agua para chocolate] de Laura Esquivel, publicada en 1989.
Otra de las características del realismo Mágico es que la
verdad es siempre relativa y los personajes no son conscientes de su
trascendencia existencial, tal como lo demuestra el escritor venezolano Eduardo
Liendo con su novela [Si yo fuera Pedro Infante], publicada en 1990.
Posteriormente se van a encontrar otros elementos del Realismo Mágico en la
novela [La mujer de espalda y otros relatos] de José Balza publicada en 2004.
Entre los escritores noveles latinoamericanos influenciados
por el Realismo Mágico de García Márquez, se pueden mencionar entre otros al
venezolano Manuel Ibarra quien publica en el año 2009 el cuento [La abeja
campeona], en donde se evidencia un claro predominio narrativo de lo fantástico
y lo mágico. También la escritora venezolana Ana Torres, resalta los elementos
de esta narrativa en su novela [Vagas desapariciones], publicada en el año
2011.
A grandes rasgos se puede concluir que el Realismo Mágico
como corriente literaria ha ejercido y continúa ejerciendo una notable
influencia en muchos escritores Latinoamericanos abarcando campos como el
ensayo, la novela, la poesía y el cuento.